Transferencias Monetarias: Lecciones de África y América Latina
Transferencias Monetarias: Lecciones de África y América Latina
A los programas de transferencias monetarias condicionadas (TMC) se los conoce por su doble objetivo: mitigarla pobreza a corto plazo y poner fin a la pobreza intergeneracional a largo plazo. Los efectos a corto plazo en las medidas estándares de pobreza y desigualdad son relativamente fáciles de evaluar, pero es bastante difícil determinar si los objetivos a largo plazo se están cumpliendo. Las evaluaciones a corto y mediano plazo sólo pueden brindar indicios acerca de si se están consiguiendo los aportes que podrían lograr poner fin al ciclo de pobreza intergeneracional, tales como mayor asistencia escolar, mejor nutrición y mayor utilización de los servicios de salud.
A finales de la década del 90, la rigurosa evaluación de impacto del programa mexicano de TMC, PROGRESA/Oportunidades, llevada a cabo por el Instituto Internacional de Investigaciones sobre Política Alimentaria (IFPRI), estableció un nuevo parámetro en cuanto a la evaluación de las políticas de desarrollo. Su marco experimental, que incluyó el uso de un grupo de control adecuado, permitió que los investigadores desarrollaran análisis fiables de las repercusiones del programa. Este enfoque fue reproducido por el IIPA en evaluaciones del Programa de Asignación Familiar (PRAF II) en Honduras yRed de Protección Social (RPS) en Nicaragua, y por el Banco Mundial en la evaluación del programa Bono de Desarrollo Humano(BDH) en Ecuador.