Escrito por Rumbidzai Ndoro y Omar Elsharkawy de FAO.

 

Este blog resume las conclusiones, puntos de vista y recomendaciones compartidas por nuestro panel de expertos durante el webinario "Impactos de género del COVID-19 y respuestas de protección social en áreas rurales", que se celebró el 27 de agosto de 2020.Los oradores fueron Máximo Torero Cullen, Director Economista de la Organización de Alimentación y Agricultura; Susan Kaaria, Oficial Superior de Género de la Organización de Alimentación y Agricultura; Zahra Lillian Mokgosi, Asesora Política del Programa del Programa Mundial de Alimentos; H.E. Nivine El-Kabbag, Ministro de Solidaridad Social del Gobierno de Egipto; Renana Jhabvala, Presidenta de la Asociación de Mujeres Autoempleadas (SEWA) Bharat, India; y Rohie Bittaye-Darboe, Secretaria Permanente del Ministerio de Mujeres, Infancia y el Bienestar Social del gobierno de Gambia. Benjamin Davis, director de la División para la Transformación Rural Inclusiva y la Equidad de Género, la Organización de Alimentación y Agricultura, moderó el webinario.

 

La grabación del webinario está disponible aquí y las presentaciones se pueden encontrar aquí.

 

COVID-19 y la desigualdad de género

Máximo Torero comenzó el webinario dejando en claro que la pandemia del COVID-19 es con prejuicio de género. Antes de que el mundo fuera golpeado por el COVID-19, ya había altos niveles de desigualdad de género en la agricultura. Las desigualdades de género, que influyeron las vidas de mujeres y niñas de las zonas rurales antes de la pandemia, han dejado que las mujeres de las zonas rurales cargan con una carga desproporcionada en la crisis del COVID-19.

Señaló que las empresas de las mujeres rurales se han visto afectadas negativamente, exacerbadas por la menor demanda mundial, la caída enorme de los precios de los bienes y la reducción de la capacidad para cultivar la próxima temporada. Las mujeres rurales que trabajan en la agricultura se ven especialmente afectadas, ya que se han perdido muchos puestos de trabajo que normalmente desempeñan las mujeres en los sectores del envasado, la elaboración de alimentos y el transporte.

Agravando esto, la carga del cuidado no remunerado y el trabajo doméstico de las mujeres ha aumentado a medida que se cierran las escuelas. Mientras tanto, el asombroso aumento de la violencia de género en todo el mundo amenaza los derechos humanos. Por último, es menos probable que las mujeres rurales tengan acceso y se beneficien de una protección social que reduciría su vulnerabilidad a impactos como el COVID-19.

 

Género y protección social

La protección Social ha sido promocionada como una herramienta para reducir la carga de los que son afectados directa e indirectamente por COVID-19. Susan Kaaria destacó el papel fundamental que la protección social puede desempeñar en las vidas de mujeres y niñas rurales, pero solo si se diseña teniendo en cuenta el género. Se han puesto en marcha al menos 1.005 medidas de protección social por países de todo el mundo para responder al COVID-19.

Sin embargo, solo el 11 por ciento muestra un grado de sensibilidad de género. Debido a la informalidad y la interrupción de las historias de trabajo, es menos probable que las mujeres rurales tengan acceso a la protección social que sus contrapartes masculinas o urbanas. También pueden tener menos posibilidades de beneficiarse de la protección social cuando pueden acceder a ella, debido al limitado poder de decisión y negociación dentro del hogar. Los programas de protección social diseñados sin tener en cuenta el género pueden incluso agravar las desigualdades de género, por ejemplo, al depender del trabajo no remunerado de las mujeres.

Susan Kaaria destacó las pruebas de la FAO sobre los impactos de género de la asistencia social que muestran que este tipo de programación puede tener efectos positivos para las mujeres, pero esto no es automático. Las metas de empoderamiento deben ser incorporadas en el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de la protección social y a menudo se necesita una programación complementaria.

Susan Kaaria citó el informe de políticas de la FAO sobre los impactos de género del COVID-19 al proporcionar ejemplos de intervenciones de protección social sensibles al género: (1) llevar a cabo análisis de género y vulnerabilidad, ya que hay pocos datos colectados sobre los impactos del COVID-19 a las mujeres; (2) establecer medidas de asistencia social tales como transferencias de efectivo dirigidas a mujeres y niñas; (3) establecer programas de trabajo que requieran cuotas mínimas para la participación de la mujer.

Zahra Lillian Mokgosi complementó a Susan Kaaria al decir que los enfoques sensibles al género no son del todo suficientes, es importante luchar por enfoques transformativos de género que aborden las causas fundamentales de las desigualdades de género. Aplicando este concepto al contexto de Gambia, Zahra Lillian Mokgosi exploró los desafíos y las oportunidades para las mujeres rurales de Gambia durante la pandemia del COVID-19 y explicó el papel del Programa Mundial de Alimentos en el país, incluso en la respuesta a la crisis.

 

Protección social de género en acción

Algunos países han proporcionado ejemplos positivos de protección social sensible al género en el contexto del COVID-19. H.E Nivine El-Kabbag, el Ministro de Solidaridad Social en el gobierno de Egipto, destacó muchas intervenciones de protección social que el gobierno de Egipto ha puesto en marcha para reducir la carga impuesta a las mujeres rurales por COVID-19. Estas medidas incluían transferencias directas de efectivo a las más vulnerables, incluidas las mujeres ancianas, las mujeres lactantes, las mujeres embarazadas y las mujeres que viven con discapacidades. También han puesto en marcha un portal en línea para las consultas y quejas de las mujeres durante este período para comprender mejor sus necesidades.

Renana Jhabvala, la presidenta de SEWA Bharat en la India, destacó el papel que las mujeres rurales han desempeñado en el apoyo a sus comunidades durante la pandemia del COVID-19. Aprovechando la red de miembros de la asociación de mujeres trabajadoras por cuenta propia (SEWA), las mujeres rurales de la India han venido complementando la protección social formal con muchos resultados positivos. A pesar de esto, Renana Jhabvala señaló que aún queda mucho por hacer.

Su organización ha estado escuchando de mujeres que mientras el gobierno indio ha estado distribuyendo alimentos básicos como una forma de protección social, hay una necesidad de vegetales, medicinas y otros suministros. Debido a estas restricciones, las necesidades de las mujeres durante este tiempo sólo pueden satisfacerse plenamente mediante transferencias de efectivo.

También es necesario un cambio estructural a largo plazo. Renana Jhabvala subrayó cómo las mujeres a menudo dependen del transporte público para llegar a sus campos, y dado el cierre de muchos servicios debido a COVID-19, muchos cultivos se dejaron podridos en los campos ya que las mujeres agrícolas no podían llegar allí, mientras que muchos hombres a menudo tenían su propio medio de transporte.

Rohie Bittaye-Darboe, la secretaria permanente del Ministerio de Mujeres, Infancia y el Bienestar Social del gobierno de Gambia ofreció un cuadro detallado de los impactos actuales del COVID-19 en las economías rurales, destacando cómo las mujeres gambianas están sufriendo la peor parte de la carga de la pandemia. Las mujeres tienen más probabilidades de experimentar resultados económicos negativos en comparación con los hombres, en parte porque la mayoría de las mujeres trabajan en el sector informal y la mayoría de los empleos que ocupan son pequeñas y medianas empresas (sobre todo en el sector turístico, que se ha reducido debido a las restricciones de viaje y los viajes limitados).

La seguridad alimentaria también se ha visto amenazada por la pandemia, ya que las medidas destinadas a la contención del virus han limitado los movimientos, cerrado los mercados y cerrado las escuelas. Además, la incidencia de VHB ha ido en aumento cuando las mujeres tienen menos acceso a los servicios de salud debido al miedo y a la falta de información. El Ministerio de Mujeres, Infancia y el Bienestar Social reconoce que las mujeres son uno de los grupos más vulnerables y ha emitido una serie de programas dirigidos a mujeres y niñas. Actualmente existe un programa de desembolso de asistencia alimentaria que incluye raciones de arroz, aceite y azúcar para el 89% de hogares en el país.

Las mujeres con discapacidad han recibido material sanitario, mientras que los centros de salud para niños han recibido especial atención para prestar servicios de salud ininterrumpidos. El Ministerio también ha lanzado una línea directa de GBV ya que las fuerzas de seguridad no siempre responden a los casos urgentes lo suficientemente rápido. Rohie Bittaye-Darboe señala que la protección social se ha convertido en una importante vía para comprometerse con otros ministerios y la sociedad civil con el objetivo de alcanzar, beneficiar y empodera las mujeres y niñas gambianas.

Las mujeres y las niñas de las zonas rurales son esenciales para recuperarse de los efectos perjudiciales de la pandemia del COVID-19. Deben ser apoyadas con una protección social adecuada que tenga en cuenta las cuestiones de género.

 

Los oradores proporcionaron respuestas escritas a las preguntas enviadas por la audiencia, el documento de preguntas y respuestas está disponible aquí.

H.E. Nivine El-Kabbag ha dejado este documento disponible en respuesta a una de las preguntas (especificadas en el documento) de la audiencia.

 

Este blog resume el vigésimo noveno webinario de las series de webinarios "Respuestas de Protección Social al COVID-19".La serie es un esfuerzo conjunto iniciado por el IPC-IG, GIZ en nombre del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), y el Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio (DFAT) del gobierno de Australia en colaboración con la plataforma socialprotection.org, y en cooperación con socios de diferentes organizaciones. Únase a la comunidad en línea "Respuestas de Protección Social al COVID-19 [grupo de trabajo]" para aprender más sobre la iniciativa y futuros webinarios.

El Grupo de Trabajo de Género de SPIAC-B, compuesto por representantes de varias agencias, incluyendo UNICEF, DFID, FAO, IPC-IG, UNICEF Innocenti, ONU mujeres entre otros, está organizando webinarios de las respuestas de Protección Social más amplias a la serie de webinarios del COVID-19. Usted puede unirse a la Comunidad en Línea de Protección Social Sensible al Género si está interesado en aprender sobre los impactos de género del COVID-19.

Traducido del inglés por Jingqiao Huang

Social Protection Building Blocks: 
  • Programme implementation
  • Programme design
Cross-Cutting Areas: 
  • Agriculture and rural development
  • Food and nutritional security
  • Gender
  • Inequalities
Countries: 
  • Global
Regions: 
  • Global
The views presented here are the author's and not socialprotection.org's