Adaptaciones de los programas de alimentación escolar en América Latina y el Caribe

Los niños vulnerables se encuentran entre los grupos más afectados por el brote de la pandemia COVID-19. El cierre de las escuelas como resultado de las medidas de aislamiento social no solo afecta a sus procesos de aprendizaje, sino que también amenaza la seguridad alimentaria de millones de personas poniendo en peligro la continuidad de los programas de alimentación escolar (PAE). De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 32 países de un total de 33 en América Latina han cerrado sus centros educativos, con lo que 85 millones de niños corren el peligro de perder el acceso a las comidas escolares. Para unos 10 millones de niños, la comida de las escuelas es una de las fuentes diarias de alimentación más seguras.
Afortunadamente, los programas de alimentación escolar en América Latina han mostrado su capacidad de adaptación y reacción ante las crisis y 21 países de la región han logrado establecer estrategias que han permitido la continuación de los programas. La mayor parte de los países (17) repartieron alimentos de forma que pudieran ser consumidos y/o preparados en casa. Otros cinco países cambiaron la forma de beneficio, reemplazando temporalmente las comidas de los PAE por transferencias en efectivo o cupones para alimentos. En otros casos, como en el de Colombia, se han adoptado enfoques mixtos para hacer frente a la crisis.
Sea cual fuere la forma de adaptación establecida, los gobiernos tuvieron que enfrentarse a varios obstáculos legislativos, de coordinación y logísticos. Los pasos a dar para estas respuestas y las estrategias para superar estos desafíos en Colombia, Honduras y Perú se debatieron en el webinario titulado “Adaptaciones de los programas de alimentación escolar en América Latina y el Caribe”, lo cual fue el decimosexto evento de la serie de webinarios sobre respuestas de protección social al COVID-19 y tuvo lugar el 23 de junio de 2020. Fue organizado en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos, el Centro Internacional de Políticas para el Crecimiento Inclusivo (CIP-CI), Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) y el Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio del Gobierno de Australia (DFAT).
El webinario contó con presentaciones de expertos como Juan Carlos Martínez (Ministerio de Educación de Colombia), Fredy Hinojosa (Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social del Perú) y Lissi Matute Cano (Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social de la República de Honduras). Además, Alessio Orgera (PMA) moderó el debate. Los ponentes abordaron los desafíos para garantizar respuestas rápidas, adaptar la legislación vigente y adoptar protocolos de bioseguridad y al mismo tiempo destacaron la importancia del ámbito local y de la coordinación interinstitucional para hacer posibles los PAE en medio de la pandemia. Clique aquí para ver la grabación del webinario y aquí para ver la presentación.
Colombia – comidas escolares para aprender en casa: estrategia de permanencia y bienestar en el entorno escolar (Juan Carlos Martínez)
El 17 de marzo se declaró el estado de alarma en el territorio colombiano, lo cual supuso el cierre de las escuelas en todo el país. El desafío inminente para el Ministerio de Educación Nacional consistía en garantizar los cambios legislativos necesarios para permitir que los PAE siguieran entregando alimentos a los beneficiarios. Era necesario permitir modificaciones contractuales entre las entidades territoriales que llevan a cabo el programa y sus proveedores de alimentos; y modificar las directrices para la entrega, adaptándolas al contexto de aislamiento social. Así, el Decreto 470 del 17 de marzo, el Decreto 533 del 9 de abril y también la Resolución 006 del 25 de marzo y la Resolución 007 del 16 de abril modificaron temporalmente las directrices del programa y proporcionaron las bases legales a las adaptaciones.
Teniendo en cuenta las diferencias en las realidades locales del país y contando con un modelo de gestión descentralizado, la normativa a nivel federal permitió a las entidades territoriales escoger la forma más adecuada para adaptar los PAE en los hogares, ofreciendo como opción tres modalidades:
La gestión descentralizada de los PAE también permitió a las entidades territoriales definir los menús de acuerdo con los hábitos alimentarios locales y diseñar la logística de entrega y protocolos para favorecer el distanciamiento social. A nivel federal, el Ministerio de Educación coordinó las acciones con el Ministerio de Agricultura y dio instrucciones a las entidades territoriales para que hicieran las entregan preferiblemente una sola vez al mes. Asimismo, determinó que se debería seguir un plan de entrega para evitar las aglomeraciones; que la distribución se supervisara y que se hiciera un inventario de los alimentos. Además, el Gobierno realizó contribuciones financieras adicionales con el fin de ofrecer alimentos durante cuatro semanas más de las previstas en el calendario escolar (ampliación vertical del programa).
Los altos niveles de cobertura del programa adaptado indican el éxito de las estrategias establecidas. Hasta mayo, solo una entidad territorial no había logrado todavía resolver los problemas contractuales y garantizar las entregas. 5 millones de niños se beneficiaron de la primera entrega (de marzo a abril) del programa de alimentación escolar en el hogar. 4.6 millones de niños se beneficiaron de la segunda entrega (de abril a mayo) y 2.4 millones de niños se han beneficiado de la tercera entrega que se ha comenzado a llevar a cabo desde mayo hasta ahora.
Honduras – Adaptación del Programa Nacional de Alimentación Escolar ante la COVID-19 (Lissi Matute Cano)
Cuando las escuelas se cerraron en Honduras el 16 de marzo, los alimentos de los PAE ya se encontraban almacenados en los centros educativos. Alrededor de 1.3 millones de estudiantes se beneficiarían de los «alimentos secos» (harina, judías, arroz y leche) y otros 300 000 se beneficiarían de los «alimentos frescos» (frutas, verduras, pescado, productos lácteos, huevos). Era imperante distribuir estos alimentos de forma que llegaran a los niños beneficiarios.
Para tal fin, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (SEDIS), la Secretaría de Educación (SEDUC) y el PMA llevaron a cabo de forma conjunta análisis de viabilidad para repartir las comidas escolares a los padres. Lo cual llevó a la notificación de las autoridades educativas en los diferentes niveles, optando por la entrega inmediata de comidas escolares almacenadas en los centros educativos. El apoyo de las estructuras orgánicas locales, como por ejemplo Padres y Asociaciones de Familias y Comités de comidas escolares, fue fundamental para traspasar las barreras logísticas, de forma que se organizara y entregara la comida a los padres en los centros educativos. Para garantizar la seguridad en el proceso de reparto, SEDIS, SEDUC, PMA y UNICEF desarrollaron un Protocolo con medidas de prevención y normas de higiene y distanciamiento social para el procedimiento de entrega:
PROTOCOLO DE REPARTO DE ALIMENTACIÓN ESCOLAR ANTE LA COVID-19
Medidas de prevención
- Al momento de la distribución y entrega del alimento, todos los miembros del equipo de distribución deberán tomar las medidas de protección necesarias para garantizar una entrega segura.
- Se hará la entrega en grupos pequeños de personas, en filas con 2 metros de distancia entre persona y persona.
- Los niños y niñas no deben estar presentes en el sitio de distribución.
¿Cómo se hará la entrega?
- El equipo de distribución preparará las raciones.
- Existirá una zona de entrega en donde el equipo de distribución llevará la ración de la familia. La zona estará a 2 metros de la fila de espera.
- El padre o madre de la familia recogerá su ración en la zona de entrega.
- Se procederá a levantar el acta de entrega en el lugar de distribución.
- Una vez recibida su ración deberá regresar inmediatamente a su casa. No se pueden quedar en el centro de distribución.
En la primera entrega del programa (primera semana de abril), se distribuyó un equivalente en comida a 55 días de clases a 1.3 millones de beneficiarios. La segunda entrega, que comenzó el 10 de junio, ya ha llegado casi a 382 000 estudiantes, con las poblaciones indígenas y afrohondureñas como principal punto de mira. Asimismo, en respuesta a la crisis de la COVID-19, se puso en marcha la campaña Honduras Solidaria, como un programa de asistencia social diferente que ofrecía canastas de productos alimentarios a más de 800 000 familias vulnerables.
Perú – Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma (Fredy Hernán Hinojosa Angulo)
El 11 de marzo, Perú ordenó el cese de las actividades escolares en todo el territorio nacional. Esto llevó al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social a buscar soluciones para que el programa de alimentación escolar Qali Warma fuese viable para los más de 4 millones de niños que se benefician de este programa universal, que abarca a todos los estudiantes en el sistema de educación pública (escuelas de primaria y guarderías). Entonces el país necesitaba adaptarse al marco reglamentario, el cual se elaboró con medidas como la Resolución Ministerial n.° 160-2020-MINEDU y la Resolución Viceministerial n.º 091-2020-MINEDU .
Esta base jurídica permitió a Qali Warma operar durante la cuarentena en sus dos líneas de acción para garantizar tanto el servicio habitual como el servicio complementario:
- Servicio habitual de alimentación escolar: los alimentos que se dirigían a los estudiantes para que los consumieran en las escuelas se entregaban en los centros educativos a los padres de los niños. Los Comités de Comidas Escolares (los órganos responsables de dirigir el programa a nivel local) proveían tanto «productos» (alimentos crudos para su preparación en el hogar) como «raciones» (comidas industrializadas preparadas para que se consuman). Las raciones se dan a los niños en las ciudades más grandes del país, donde la incidencia del programa es más alta y, por lo tanto, las necesidades de entrega se hacen de forma progresiva para evitar aglomeraciones. Del 20 de junio en adelante, la entrega de alimentos en la modalidad de «raciones» abarcó al 61,7% de los beneficiarios (237 000 de un total de 384 000). La modalidad de “productos” en su primera entrega alcanzó el 95% de los beneficiarios (2.8 millones de un total de 2.9 millones). En la segunda entrega, aún en proceso, se ha atendido a 1.4 millones de beneficiarios, de un total de 2.6 millones (53,8%).
- Servicio complementario de atención alimentaria: además de a estudiantes de escuelas públicas, el programa Qali Warma también atiende a poblaciones en situación de vulnerabilidad, en el marco de la asistencia humanitaria. Los municipios del distrito, los ministerios con el punto de mira en las poblaciones vulnerables, y el Instituto Nacional de Defensa Civil pueden solicitar que los beneficios de Qali Warma se den a grupos, poblaciones y zonas consideradas como vulnerables. Desde el 18 de junio, 202 011 individuos han sido atendidos en este tipo de servicio por este programa.
Entre los principales desafíos para adaptar el programa a las restricciones impuestas por la pandemia, destaca la dificultad de garantizar medidas de bioseguridad en el proceso de reparto de comida sin provocar aglomeraciones. El ministerio está trabajando en el análisis de nuevos métodos que reduzcan la exposición de la población al riesgo, tales como la adoptación de tarjetas y prestaciones en efectivo. A través de los municipios, también se está trabajando para intensificar el proceso de entrega de alimentos, ya que desempeñan un papel crucial al permitir que Qali Warma llegue a los hogares de los estudiantes y de las poblaciones vulnerables de forma eficaz. La figura de abajo resume los cuatro grandes desafíos a los que se enfrenta el programa:
Desafíos
Medidas extremas de seguridad del personal
Continuidad del servicio alimentario
Adaptación operativa y territorial
Rediseño del programa post Covid-19
El webinario concluyó con una enriquecedora sesión de preguntas y respuestas, accesible aquí.
Esta entrada del blog forma parte de la serie de webinarios Respuestas de protección social a la COVID-19. La serie es un esfuerzo conjunto iniciado por IPC-IG en nombre del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ) y el departamento de asuntos externos y comercio del Gobierno australiano (DFAT) en colaboración con la plataforma socialprotection.org y en cooperación con socios de diferentes organizaciones.
Únase a nuestra comunidad en línea «Respuestas de protección social al COVID-19 [grupo de trabajo]» para obtener más información acerca de esta iniciativa y de los futuros webinarios.
Traducido del inglés por Alba Angulo Plaza.